Emigrar de Venezuela ha sido para muchos un divorcio forzado, pero vale la pena si la repartición de bienes devuelve calidad de vida. Un mejor salario y algo de paz mental le pueden costar a un emigrante venezolano…
No me canso de leer y escuchar comentarios negativos hacia los venezolanos que emigraron y están ‘lavando platos’. ¿Cuál es el problema?