Algunas personas piensan que vivir solo es deprimente, triste, una especie de condena destinada a las personas que no tienen a nadie más en sus vidas.
Lo cierto es que dependiendo de la actitud que asumas, pasar tu tiempo en solitario también tiene sus beneficios, hacer las cosas por ti mismo desarrolla tu autosuficiencia, te da tiempo para la reflexión honesta y el aprendizaje.
Cuanto más consciente de tu libertad y determinación estés, más gratificante será disfrutar de tus pasatiempos, tu comida favorita o volver a ver por enésima vez esa película que tanto te gusta, sin que nadie te critique.
Muchas veces nos privamos de realizar actividades que nos agradan por no tener compañía, nos repetimos constantemente que “ir al cine sólo no es tan divertido”, sin darnos la posibilidad de experimentar la sensación de plenitud y confianza de andar por nuestra cuenta y tomar nuestras propias decisiones.
La profesora de Mercadeo de la Universidad de Maryland, Rebecca Ratner, ha conducido una investigación social en la que analizan el estado de ánimo de las personas que se rehúsan a realizar actividades en solitario, concluyendo que en general experimentan menos alegría en sus vidas.
El estudio “Inhibited From Bowling Alone” publicado en la revista Journal of Consumer Research, encontró que las personas subestiman sistemáticamente la posibilidad de diversión que ofrece asistir a un concierto, visitar un museo, ver una película e incluso salir a cenar a un restaurant en solitario.
Esta privación se convierte en un problema serio cuando se torna en una respuesta automática de condicionamiento a la diversión. Como señala Ratner:
“no sólo se restringe el disfrute, sino que al pasar el tiempo se torna en una condición más arraigada, dificultando aun más sus posibilidades”.
El tiempo es un recurso finito para todas las personas, las posibilidades que desperdicies hoy, no podrás recuperarlas mañana y entre más esperes para disfrutar de las cosas sencillas de la vida, mayor será tu dificultad para hacerlo en el futuro, aun si estás solo o en compañía de alguien.
Autoeficacia, tu mejor herramienta para afrontar la vida
No hay mayor poder que la independencia, mientras menos necesites de los demás, mayor será tu libertad.
Cuando estás por tu cuenta necesitas manejar las cosas por ti mismo, poco a poco pasas de utilizar un destornillador a tener tu caja de herramientas y cuando menos piensas te conviertes en un instrumento multifuncional, capaz de afrontar y resolver cualquier dificultad.
Esta condición aumenta tu autoeficacia, la capacidad que adquieres para hacer frente a cualquier situación y resolverla satisfactoriamente por tus propios medios, no sólo en lo social, sino además en tus relaciones familiares, con amigos, en el trabajo y con tu pareja.
Volar sólo te da libertad, control y tiempo para reflexionar
¿Qué hay para cenar? Lo que quieras. ¿Cuál es el plan para esta noche? Cualquier cosa. ¿Qué música puedo escuchar? Esa canción que me gusta cantar a toda garganta.
Estas al mando y debes gobernar con ¡mano firme! No tienes que estar pensando en los caprichos de nadie más y tampoco estas en la obligación de complacer a nadie. Haz lo que deseas, en el momento que lo deseas y sea más conveniente para ti.
No debes detenerte a pensar que dirán los demás, si a ti te agrada comer en solitario bien sea en un restaurant o en la sala de tu casa con las luces apagadas, ¡hazlo!, al fin a nadie le importa y a ti tampoco debe importarte lo que piensen o digan, siempre y cuando sea tu propia decisión.
Aprovecha tu tiempo para meditar y reflexionar acerca de tus metas y proyectos.
Nuestra mente está enviando pensamientos a cada instante, algunos positivos y muchos más negativos, debemos regular nuestro diálogo interno y permitirnos escucharnos y reflexionar a través de ellos para sacar provecho.
La meditación consciente nos ayuda a descargar tensiones y favorece el autoconocimiento, quizá sea el momento de plantearte qué es lo que realmente quieres, quién deseas ser y cómo puedes vivir auténticamente contigo y con las personas que te rodean.
Tú tienes el control de tu tiempo y de tu vida, si prefieres estar sólo, disfruta esos momentos y bríndate la oportunidad de tener a tu “YO” de compañía.
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